miércoles, 19 de octubre de 2016

Olvidados

Ya no te encontraré cercana,
al alcance de alguna mirada,
de una frase casual que tienda un puente entre ambos;
te habré perdido como el tiempo que se pierde
en la lectura de malos libros
o en el recitar de versos como estos;
y no sabrás siquiera que te he perdido,
porque ignoras incluso que te he encontrado.
Seguirás recorriendo las calles de esta u otra ciudad,
reconociéndote en otros labios,
resguardando esperanzas en brazos ajenos
hasta que alguno alcance no perderte,
y te encuentre a su lado,
a mitad del puente que haya unido sus caminos.
Para entonces yo ya no recordaré nada,
o recordaré apenas que te encontré en algún momento;
y es que aquellos que ignoran haber sido encontrados,
ignoran también el hecho de haber sido olvidados.

Oct. 19-2016

martes, 26 de julio de 2016

Llamada

Habita mis labios con tu nombre,
llena mis miradas de tu presencia,
colma mis manos de tu piel fugitiva
y hazte presente entre las líneas de mis versos.

Jul. 26-2016

jueves, 12 de mayo de 2016

Cuando las palabras sobren

Podríamos mirarnos a los ojos y conocernos,
o concedernos al menos el silencio de una mirada.
Podríamos dejar de inventarnos, y ser aquellos que nos negamos,
aquellos a quienes disfrazamos con adjetivos y sustantivos;
podríamos mirarnos en silencio
y leer en nuestros ojos los universos que ocultamos.

En la ausencia de nuestras palabras no habría engaño,
malentendido, verdad a medias;
seríamos eso mismo que vemos en el espejo
y que transformamos al instante en que dejamos de vernos reflejados.
Solo entonces empezaremos a conocernos,
cuando las palabras sobren; y no se requieran para expresar verdades.


May. 12-2016

lunes, 2 de mayo de 2016

La vigilia como consecuencia...

Quise volver a encontrarte entre mis brazos
la mañana que corría el olvido hacia tu encuentro,
yo volvía presuroso a tus labios
como quien vuelve desorientado de sus paseos estelares;
yo volvía a la humedad de tus besos,
pero tu nombre ya se había perdido
en la noche de un adverbio.

Al volver encontré la cama tendida,
las sábanas limpias;
encontré el desorden sosegado,
impúdico delator de tus ausencias;
y supe entonces que acababas de despertar del sueño
y que entraba yo en la vigilia interminable
de esperar que abrieras al fin la puerta
y me invitaras con un beso a descansar en tu regazo.
Al volver comprendí que no había retorno
para el que despierta de algún sueño compartido;
asumí la vigilia como consecuencia
y marché resignado a encontrarme contigo en el silencio.

May. 02-2016

martes, 26 de abril de 2016

Reinventémonos, empecemos de cero

Y nos fuimos disolviendo en el silencio,
en el pulso apagado de un corazón melancólico
que corría detrás de oasis ilusorios;
espejismos, sinsentidos,
los sueños imposibles de dos almas incoherentes.
Cuando despertamos no éramos lo que creímos conocer;
se nos fue el tiempo en pensarnos como no éramos
en lugar de aceptarnos y vernos desnudos por primera vez;
se nos fue el tiempo en idealizarnos,
en poner etiquetas donde se precisaban preguntas,
en armar supuestos donde era necesaria la certeza.
Inexorablemente fuimos amando a dos extraños,
la otra tú, el otro yo,
los clones intangibles de nosotros mismos;
ideales personificados,
caracteres definidos de nuestra ficción literaria;
los nobles héroes de una comedia
o los tristes arlequines de una tragedia.
Nos perdimos sin habernos jamás encontrado,
y solo empezamos a conocernos
cuando dejamos de reconocernos:
es en la ausencia de un concepto
que es posible acercarnos a la esencia del objeto.

Tal vez ya sea tarde para nosotros
que conjugamos verbos con el silencio;
quizá sea tarde para nosotros,
que corremos detrás de sueños absurdos;
es posible que ya sea demasiado tarde,
para ti, para mí;
que luego de tanto tiempo juntos
es recién ahora que empezamos a conocernos…
Probablemente sea tarde, es verdad, para el amor;
o quizá este sea el inicio de un nuevo concepto.
Reinventémonos, empecemos de cero;
empecemos mientras haya vida para ello.


Abr. 26-2016

jueves, 7 de abril de 2016

A Rosie



Las horas que en tu compañía paso,
de mi alma, fiel y dulce compañera;
desde el amanecer y hasta el ocaso,
son instantes de dicha placentera.

Y juntos tendidos sobre la estera
poblamos de estrellas al cielo raso
montados al lomo de una quimera
y mientras nos funde un cálido abrazo.

Son las horas a tu lado, fugaces
y de penas y de cuitas voraces.
A tu lado yo no siento temor

ni angustia o dolor, locura o desgana;
por ti es que despierto cada mañana
cantándole a la vida y al amor.


Jul. 8-2005

martes, 29 de marzo de 2016

A ti, poeta

Ánimo, ¡Sueña! Alcanzar puedes gloria 
en las albas páginas del fino arte,
y erigir tus versos como baluarte
con tu capacidad recitatoria.

Permite a las palabras elevarte
para que escribas una nueva historia, 
sin pretensiones y sin vanagloria,
portando humildemente el estandarte

para que nadie nunca nada diga
de tu lejanía de anacoreta
ni con bajeza siembre alguna intriga


que corrompa las bases de tu meta,
antes bien, que pacientes les bendiga
tu palabra y tu ritmo de poeta.


May. 22-2011

lunes, 28 de marzo de 2016

Solamente el silencio a mi alma llena

Solamente el silencio a mi alma llena;
ese silencio que en papel construye
el más bello embeleco del que fluye
la purpúrea sangre de mi vena.

Es el regio silencio el que envenena
las mansas corrientes a las que afluye
el canto dorado del cüal bulle
la poesía, compañera amena.

Y el silencio esparce su melodía
que historias entrega de vida faltas
y que tú, oh poeta, tornas de fría

En cálidos brazos por los que saltas
muy grandes abismos con gallardía
conquistando luego cumbres más altas.


Jul. 30-2005

martes, 22 de marzo de 2016

...que se desvanece en el aire



Yo, que no te espero,
te encuentro sentada en el horizonte;
rechazando con tu indiferencia mis miradas,
y pulsando las cuerdas de un instrumento desafinado
que suena a olvido y a parodia de paraíso perdido.
Y camino hacia ti, o hacia el espejismo que te nombra,
y me someto a las sombras que habitan en tus párpados cerrados,
la luz negada que acaricia otro suelo,
otro cielo, otra boca;
y me voy destiñendo de emociones
para volverme inconsistente melodía que se desvanece en el aire.


Mar. 22-2016

viernes, 18 de marzo de 2016

Nada para el arrepentimiento



Háblame ahora, que me tienes frente a ti,
y no mañana cuando me haya ido;
cuando no sea sino la frustración de la palabra que callas.
Háblame ahora que tenemos el tiempo,
que no hay eternidad que nos separe
ni imposibilidades físicas que dificulten nuestra charla.
Es en el aquí y ahora que es posible encontrarnos,
solo en este momento nuestras miradas pueden cruzarse;
no en un deseo ferviente
ni en la ensoñación de un sueño MOR.
¿Qué esperas, entonces, para hablarme,
para decirme eso que callas y no revelas?
Aprovéchame mientras estoy consciente,
mientras mi voz cansada aún pueda acariciarte
porque una vez haya partido
no habrá segundas oportunidades para lo no dicho.
Solo cuando no queden temas para compartir,
o cuando la voz duela más que todos los silencios,
callemos;
pero digamos con un abrazo todo nuestro afecto,
como si se nos acabara el tiempo en ese abrazo,
como si fuera la despedida que seguramente no nos diremos.
Aprovechemos este momento,
no tendremos otro,
y aunque lo tuviéramos,
¿no es mejor estar ya preparados para todo?
Digamos ahora lo que no nos hemos dicho;
las palabras, los besos, los abrazos,
los “te amo” proscritos de nuestras bocas…
el adiós del que huimos llegará,
¡que no quede nada para el arrepentimiento!



Mar. 18-2016

domingo, 13 de marzo de 2016

Desahogo de triste madrugada, esperanzadora madrugada. Amar en libertad. Carta 12

       Quién pudiera borrar los sentimientos de una vez por todas y no caer en la tentación de seguir intentando alcanzar lo inalcanzable. Qué necedad la de nosotros los seres humanos de buscar aquello que por nuestros medios se nos niega. Amar es cuestión de dos, solo uno no lo puede alcanzar todo. No importa cuán grande sea el sentimiento, cuán grande sean las expectativas, el deseo, el esfuerzo. Amar es de dos, y cuando uno de los dos se rinde, es menester que surja en el otro el impulso de abandonar la lucha que, no por falta de interés, se venía dando. ¡Cómo darnos a entender esa ecuación tan simple y tan obvia? Amar es cuestión de dos, y al faltar uno, el esfuerzo del otro es pérdida de tiempo y de sentimientos.
       ¿Que amar es esperar contra todo, soportarlo todo, perdonarlo todo? Amar es esto, cierto es, pero no de la manera que por tanto tiempo lo hemos practicado. Amar es esperar contra todo sin desgastarnos, Amar es soportarlo todo sin sofocarnos, Amar es perdonarlo todo sin humillarnos al punto de perder el Amor propio, que ante todo debe ser mayor que ningún Amor otro. ¿Cómo amar a quien te desgasta en pensamientos negativos y que lejos de sembrar calma siembra zozobra y desesperanza? ¿Cómo amar a quien prueba tu resistencia con las exigencias más insoportables que ser humano alguno puede soportar? ¿Cómo amar a quien no duda en tomar la imagen del amor que cuidas con devoción y la arroja contra el suelo inmisericordemente? Amar te debe hacer libre; no esclavo de la persona amada. Solo cuando esperas en libertad y lleno de paz; solo cuando lo soportas todo humildemente sin caer en la bajeza del oprobio; solo cuando lo perdonas todo sin sentir que por ello se menoscaba tu dignidad, y, lejos de sentir desesperanza, sientes que el perdón ha sido un acto pleno de libertad; solo entonces es Amor lo que te mueve, de lo contrario es un espejismo que creemos reconocer con la identidad del que soñamos: el Amor verdadero.
       Hoy, aun cuando compruebo que corro detrás de sombras, convencido de que perdonar humillaciones ha sido acto de amor verdadero, afirmo que el Amor es alcanzable. Es posible hallar Amor verdadero que, preservando tu libre albedrío, sin rebajas a tu condición de ser humano, obra máxima de la Creación, lo espere todo, lo soporte todo y lo perdone todo. Sé que hay un amanecer para esta noche sin luna, sé que hay un horizonte que se pierde en la distancia y en el que nos espera el encuentro del alma que contraríe a esta realidad agobiante que te hace creer que el amor es cuestión fugaz y que ninguna relación mantiene con la eternidad. Sé que hay mañana para este vacío del alma, para esta sequedad de la mirada, para este resabio en la boca que sabe a amargo recuerdo; hay un mañana que saciará el hueco que nos queda, y la luz de una mirada que hidratará los veranos de nuestros ojos; así como la dulzura de unos labios que borren las huellas del amargo pasado de nuestras vidas.
       No todo está perdido. Todavía el corazón palpita, el alma sueña, los dedos que escriben cuentan estrellas, el oído no deja de escuchar la música de la creación y los ojos despiertan de las fantasías que los duermen dentro de las fantasías de fantasías mayores. El mañana se levanta y con el regresarán los glaucos destellos de la esperanza a las sombras vejadas de caricias lisonjeras. Nos despertaremos a la luz sin recordar que la ausencia de luz no ha sido sino  momentánea, y al ser heridos por los rayos del sol que nunca duerme, las lágrimas que aún rueden por nuestras mejillas iranle a hacer compañía a las delicadas gotas de rocío que se evaporarán.
       Y libres al fin de la opresión de los recuerdos absurdos, libres ya del amor que nos hiciera quedarnos suspirando por otra oportunidad, le haremos compañía al viento que ama libre, sin nada que le detenga o le haga anclar su paso… Amaremos entonces con la libertad que merecía Amar, sin las complicaciones del egoísmo. Habrá muerto el amor que era mentira y nacerá el Amor Verdadero, el Amor evangélico que nada tuvo que ver con lo que pudimos haber sentido. Al fin seremos libres de lo que nos ata, amando libres hasta el final de los tiempos.

¡Seamos libres, entonces, para Amar libres como el viento!


Dic. 27-2011

domingo, 6 de marzo de 2016

Con la aurora

Llegaste con la aurora, con el rocío, con la mañana;
montada en el lomo de un ave de iris
que entonaba las notas sagradas de la primavera.

Llegaste vestida con reflejos de luna
y arrojaste semillas de universos
en el desierto sombrío que me abrigaba.

Llegaste, y las trémulas ondas del arpegio de tu voz,
regresaron el movimiento al aire ligero
y derrotaron en batalla sin par
al déspota silencio que había degollado
los frágiles cuellos de las aves cantoras.

Llegaste, bendita, a morar en mis jardines;
a entregarle la vida celeste a las flores marchitas
que prontas relucieron los encajes más finos
que tus manos de luna y de estrella tejieron;
y el viento compuso un compás renovado
y susurró en sus caricias tu nombre
y cuando el desierto sintió el peso de tus pies descalzos,
abrió sus venas y brotó el agua y la esperanza
que tornaron las resecas arenas
en húmedos palacios de tierra fecunda.


Jun. 04-2011

miércoles, 2 de marzo de 2016

Amalgama de versos y silencios



En el temblor de mis palabras te vislumbro.
Es como si una grieta se formase
al pronunciar las palabras que te nombran
y por ese resquicio de mi cordura
se escaparan todos los sinsentidos que me definen:
palabra-contemplación,
luz-oscuridad,
ánimo-desaliento,
vigor-fragilidad;
amalgama de versos y silencios,
incoherencias, anhelos inconexos,
temores absurdos, fortalezas pretendidas;
el conjunto anacrónico y confuso de mi ser impalpable
que se manifiesta en la plegaria de una palabra sonora,
y que empujado a los dominios del silencio
reniega de sí mismo para hallar morada en ti,
pero que al sentir el calor de tus brazos
vuelve presuroso para cobijarse en ese silencio
que pronto dejará para volver de nuevo a ti,
pero que al sentir el calor de tus brazos
vuelve presuroso para cobijarse en ese silencio
que pronto dejará para volver de nuevo a ti,
pero que al sentir el calor de tus brazos
vuelve presuroso para cobijarse en ese silencio
que pronto dejará para volver de nuevo a ti… ∞



Jun. 13-2012

domingo, 28 de febrero de 2016

La palabra que amaso entre mis manos...



La palabra que amaso entre mis manos
es linfa serena que mana de la tierra,
es lluvia de horizontes lejanos
y de mares en constante contraste con el cielo.
La sueño para capturarla,
la pronuncio para devolverle su libertad
y la vuelvo a escuchar para reencontrarme,
en sus armonías disperso,
contando las estrellas de una noche que no llega.



Nov. 13-2011

Quise hallar...



Quise hallar tus ojos en la memoria de mis noches;
una mirada, extraviada en un rincón del cuarto
u olvidada en algún pliegue del colchón de la cama.
Quise encontrarme a tus ojos besando los míos,
tus labios en una mirada;
una sonrisa amaneciendo de tus pupilas…
Pero la ausencia se lo ha llevado todo,
y no queda sino el vacío del espacio que ocupaste.



Ene. 30-2016

Sugiero que sea tiempo de abolir la tristeza



Hay tantas palabras afuera, esperando pacientes
por una mirada tuya, una mirada mía.
O no palabras sino sueños, quizá ideas;
milagros latentes en cada pasear del viento.
¿Y en qué se entretienen los ojos que nada ven?
Tienen más valor los días de lluvia
que los días claros de colores brillantes.

Y nos entregamos a la deriva,
a una ceguera resignada,
a un transitar sin sentido, sin rumbo fijo,
como extraviados del horizonte que soñamos.
Nos entregamos, o me entrego yo al menos,
a un pasear indolente bajo un sol que apenas quema,
un sol que a duras penas alcanza para iluminar la noche;
y nos olvidamos, u olvido al menos yo,
que el día suele despertar con cada nueva mañana.
Respiro, ¿o acaso no?
Sueño despierto, ¿o acaso no?
El corazón palpita y se acelera ante algún recuerdo, ¿o acaso no?
Y sin embargo nos las arreglamos para hacer del día noche,
hacer del recuerdo tortura,
hacer del sueño pesadilla,
hacer del horizonte una angustia siempre presente.

Y corremos detrás de sombras,
o corro yo al menos,
para vestirnos de  ellas,
o vestirnos de melancolías o de amarguras.
¡Y cómo nos encanta contemplarnos así!
Firmemos un divorcio con las sombras,
rescindamos el contrato con la tristeza;
es tiempo, estimo yo, de abolir esta esclavitud;
es tiempo, considero,
de ver los colores que nos ocultamos,
de ver los sueños, las ideas, la esperanza,
las palabras…
ver las palabras que esperan pacientes a ser nombradas
y quitarle al fin el peso al horizonte;
mirar a nuestro alrededor con otros ojos,
libre el alma de toda tortura,
y encarar, esperanzados, lo que deba venir.


Abr. 30-2014

Hoy en día las palabras...



Hoy en día las palabras ya no vuelan
ni nadan ni reptan o caminan libres,
Ya todas son como animales en el zoo
pero atrapadas en toneladas de papel impreso.


Abr. 27-2013

sábado, 27 de febrero de 2016

…Y la poesía se hizo



Y Dios dijo: “hágase la luz”
y la luz se hizo.
Mucho tiempo después Homero dijo:
“hágase la poesía”
y la poesía se hizo.
―¿Fue Homero quien lo dijo?
No, es posible que nadie lo dijera;
¿para qué decirlo si ya estaba hecha?
Alguien, alguna persona inquieta,
alguno de esos que no cazaban,
que no recogían frutos,
que no pescaban;
alguno de aquellos primeros hombres
(tal vez se pudo llamar Homero)
se dedicó a capturar palabras.
En aquel tiempo volaban,
nadaban y reptaban libres.
Esos primeros poetas han de haber sido reyes,
hombres que se dedicaban a contemplar el mundo;
y eran como dioses,
dioses que capturaban la poesía al vuelo
y con las palabras hacían la luz.
Aquellos hombres fueron pequeños hombres,
que sin ser todopoderosos dijeron “hágase la luz”,
y la poesía se hizo.


Abr. 26-2013

jueves, 25 de febrero de 2016

A las aguas de un río que pasa



Sentado a tu lado observo a la vida pasar,
los recuerdos desvanecidos, las miserias pasadas,
las glorias olvidadas.
Sentado a la vera de tu colosal sinfonía,
oyendo tu cuerpo pasar hacia la nada invisible,
hacia el todo inabarcable;
te miro mutar a cada instante y me reflejo en tus aguas,
me reflejo en tus aguas como queriendo ser lo que eres
ser cambio ligero, ser linfa serena,
ser y no ser y ser todo y ser nada.

Hacia lo inconmensurable caminas,
hacia el ocaso, a un final lleno de ti y lleno de tantos;
consciencia celeste, inconsciencia colectiva;
universo de universos, sueño de sueños,
ilusión de ilusiones, anhelo de anhelos;
abarcas, caminante, en paso atemporal
el pasado, el presente, el futuro.
Eres lo que no serás, y serás lo que aún eres;
eres como yo que siendo yo mismo
fui niño, fui joven, adulto soy y seré viejo,
seré viejo siendo el niño que ya no soy.

Marchando te deslizas al ocaso,
a la aurora nueva de un día claro,
al principio difuso de finales tantos;
y yo que te observo pasar me marcho contigo,
me marcho contigo en el espirar de mi respiración,
en el vagar de mis pensamientos,
en el sopor de mis sueños vencidos;
me marcho contigo en el surco de tus líneas dispersas
y en el glogloteo de tu cabellera cristalina
que roza la piel de mis frágiles dedos
y rompe la cadena del silencio sombrío.

Y pasas y pasas, caminas, caminas;
te marchas distante, y sigues conmigo,
vislumbro tu boca en el horizonte lejano,
adivino a tus ojos oteando el paisaje,
a tus brazos alargando la esperanza de abrazar lo inasible
y a tus pies rezagados les escucho remontar
la estela sinuosa de tu cuerpo abundante.
Y pasas y pasas y no terminas de pasar,
y es como si regresaras, como si volvieras,
como si no desearas seguir el camino
y te quedaras a acariciar las riberas que amas,
que extrañas y no dejas
posponiendo el final, retardando la ilusión.

Aquí yo me quedara contemplándote volver,
contemplándote ser y dejando de ser,
aquí te admirara indefinidamente
hasta rayar el alba de la esperanza anhelada,
pero debo regresar a mi cauce florido,
a mi causa latente, al potente latido;
debo volver a mi sinuosa vereda
 y descomponer los enigmas todos
de la sinfonía inconclusa que se esparce en el aire.
Se libre, fugaz, continúa tu cíclico camino,
continúa tu búsqueda que seguiré yo la mía,
¡Avancemos al horizonte que se nos oculta!


 Jul. 04-2011