domingo, 28 de febrero de 2016

La palabra que amaso entre mis manos...



La palabra que amaso entre mis manos
es linfa serena que mana de la tierra,
es lluvia de horizontes lejanos
y de mares en constante contraste con el cielo.
La sueño para capturarla,
la pronuncio para devolverle su libertad
y la vuelvo a escuchar para reencontrarme,
en sus armonías disperso,
contando las estrellas de una noche que no llega.



Nov. 13-2011

Quise hallar...



Quise hallar tus ojos en la memoria de mis noches;
una mirada, extraviada en un rincón del cuarto
u olvidada en algún pliegue del colchón de la cama.
Quise encontrarme a tus ojos besando los míos,
tus labios en una mirada;
una sonrisa amaneciendo de tus pupilas…
Pero la ausencia se lo ha llevado todo,
y no queda sino el vacío del espacio que ocupaste.



Ene. 30-2016

Sugiero que sea tiempo de abolir la tristeza



Hay tantas palabras afuera, esperando pacientes
por una mirada tuya, una mirada mía.
O no palabras sino sueños, quizá ideas;
milagros latentes en cada pasear del viento.
¿Y en qué se entretienen los ojos que nada ven?
Tienen más valor los días de lluvia
que los días claros de colores brillantes.

Y nos entregamos a la deriva,
a una ceguera resignada,
a un transitar sin sentido, sin rumbo fijo,
como extraviados del horizonte que soñamos.
Nos entregamos, o me entrego yo al menos,
a un pasear indolente bajo un sol que apenas quema,
un sol que a duras penas alcanza para iluminar la noche;
y nos olvidamos, u olvido al menos yo,
que el día suele despertar con cada nueva mañana.
Respiro, ¿o acaso no?
Sueño despierto, ¿o acaso no?
El corazón palpita y se acelera ante algún recuerdo, ¿o acaso no?
Y sin embargo nos las arreglamos para hacer del día noche,
hacer del recuerdo tortura,
hacer del sueño pesadilla,
hacer del horizonte una angustia siempre presente.

Y corremos detrás de sombras,
o corro yo al menos,
para vestirnos de  ellas,
o vestirnos de melancolías o de amarguras.
¡Y cómo nos encanta contemplarnos así!
Firmemos un divorcio con las sombras,
rescindamos el contrato con la tristeza;
es tiempo, estimo yo, de abolir esta esclavitud;
es tiempo, considero,
de ver los colores que nos ocultamos,
de ver los sueños, las ideas, la esperanza,
las palabras…
ver las palabras que esperan pacientes a ser nombradas
y quitarle al fin el peso al horizonte;
mirar a nuestro alrededor con otros ojos,
libre el alma de toda tortura,
y encarar, esperanzados, lo que deba venir.


Abr. 30-2014

Hoy en día las palabras...



Hoy en día las palabras ya no vuelan
ni nadan ni reptan o caminan libres,
Ya todas son como animales en el zoo
pero atrapadas en toneladas de papel impreso.


Abr. 27-2013

sábado, 27 de febrero de 2016

…Y la poesía se hizo



Y Dios dijo: “hágase la luz”
y la luz se hizo.
Mucho tiempo después Homero dijo:
“hágase la poesía”
y la poesía se hizo.
―¿Fue Homero quien lo dijo?
No, es posible que nadie lo dijera;
¿para qué decirlo si ya estaba hecha?
Alguien, alguna persona inquieta,
alguno de esos que no cazaban,
que no recogían frutos,
que no pescaban;
alguno de aquellos primeros hombres
(tal vez se pudo llamar Homero)
se dedicó a capturar palabras.
En aquel tiempo volaban,
nadaban y reptaban libres.
Esos primeros poetas han de haber sido reyes,
hombres que se dedicaban a contemplar el mundo;
y eran como dioses,
dioses que capturaban la poesía al vuelo
y con las palabras hacían la luz.
Aquellos hombres fueron pequeños hombres,
que sin ser todopoderosos dijeron “hágase la luz”,
y la poesía se hizo.


Abr. 26-2013

jueves, 25 de febrero de 2016

A las aguas de un río que pasa



Sentado a tu lado observo a la vida pasar,
los recuerdos desvanecidos, las miserias pasadas,
las glorias olvidadas.
Sentado a la vera de tu colosal sinfonía,
oyendo tu cuerpo pasar hacia la nada invisible,
hacia el todo inabarcable;
te miro mutar a cada instante y me reflejo en tus aguas,
me reflejo en tus aguas como queriendo ser lo que eres
ser cambio ligero, ser linfa serena,
ser y no ser y ser todo y ser nada.

Hacia lo inconmensurable caminas,
hacia el ocaso, a un final lleno de ti y lleno de tantos;
consciencia celeste, inconsciencia colectiva;
universo de universos, sueño de sueños,
ilusión de ilusiones, anhelo de anhelos;
abarcas, caminante, en paso atemporal
el pasado, el presente, el futuro.
Eres lo que no serás, y serás lo que aún eres;
eres como yo que siendo yo mismo
fui niño, fui joven, adulto soy y seré viejo,
seré viejo siendo el niño que ya no soy.

Marchando te deslizas al ocaso,
a la aurora nueva de un día claro,
al principio difuso de finales tantos;
y yo que te observo pasar me marcho contigo,
me marcho contigo en el espirar de mi respiración,
en el vagar de mis pensamientos,
en el sopor de mis sueños vencidos;
me marcho contigo en el surco de tus líneas dispersas
y en el glogloteo de tu cabellera cristalina
que roza la piel de mis frágiles dedos
y rompe la cadena del silencio sombrío.

Y pasas y pasas, caminas, caminas;
te marchas distante, y sigues conmigo,
vislumbro tu boca en el horizonte lejano,
adivino a tus ojos oteando el paisaje,
a tus brazos alargando la esperanza de abrazar lo inasible
y a tus pies rezagados les escucho remontar
la estela sinuosa de tu cuerpo abundante.
Y pasas y pasas y no terminas de pasar,
y es como si regresaras, como si volvieras,
como si no desearas seguir el camino
y te quedaras a acariciar las riberas que amas,
que extrañas y no dejas
posponiendo el final, retardando la ilusión.

Aquí yo me quedara contemplándote volver,
contemplándote ser y dejando de ser,
aquí te admirara indefinidamente
hasta rayar el alba de la esperanza anhelada,
pero debo regresar a mi cauce florido,
a mi causa latente, al potente latido;
debo volver a mi sinuosa vereda
 y descomponer los enigmas todos
de la sinfonía inconclusa que se esparce en el aire.
Se libre, fugaz, continúa tu cíclico camino,
continúa tu búsqueda que seguiré yo la mía,
¡Avancemos al horizonte que se nos oculta!


 Jul. 04-2011