jueves, 12 de mayo de 2016

Cuando las palabras sobren

Podríamos mirarnos a los ojos y conocernos,
o concedernos al menos el silencio de una mirada.
Podríamos dejar de inventarnos, y ser aquellos que nos negamos,
aquellos a quienes disfrazamos con adjetivos y sustantivos;
podríamos mirarnos en silencio
y leer en nuestros ojos los universos que ocultamos.

En la ausencia de nuestras palabras no habría engaño,
malentendido, verdad a medias;
seríamos eso mismo que vemos en el espejo
y que transformamos al instante en que dejamos de vernos reflejados.
Solo entonces empezaremos a conocernos,
cuando las palabras sobren; y no se requieran para expresar verdades.


May. 12-2016

lunes, 2 de mayo de 2016

La vigilia como consecuencia...

Quise volver a encontrarte entre mis brazos
la mañana que corría el olvido hacia tu encuentro,
yo volvía presuroso a tus labios
como quien vuelve desorientado de sus paseos estelares;
yo volvía a la humedad de tus besos,
pero tu nombre ya se había perdido
en la noche de un adverbio.

Al volver encontré la cama tendida,
las sábanas limpias;
encontré el desorden sosegado,
impúdico delator de tus ausencias;
y supe entonces que acababas de despertar del sueño
y que entraba yo en la vigilia interminable
de esperar que abrieras al fin la puerta
y me invitaras con un beso a descansar en tu regazo.
Al volver comprendí que no había retorno
para el que despierta de algún sueño compartido;
asumí la vigilia como consecuencia
y marché resignado a encontrarme contigo en el silencio.

May. 02-2016